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La pulidora es una de las herramientas más empleadas del mercado, siendo una opción ideal para conseguir acabados de gran calidad en la mayoría de trabajos. Esta herramienta permite pulir una gran variedad de superficies de una forma mucho más rápida, ya que trabaja a unas revoluciones por minuto de entre 2.500 y 6.800.
En el mercado podemos encontrar dos tipos de pulidoras. La elección de un modelo u otro dependerá del uso que se le vaya a dar y de la experiencia previa en el manejo de esta herramienta. Los dos tipos de pulidoras más demandados actualmente son la pulidora rotativa y la excéntrica.
Este tipo de pulidora se usa principalmente cuando se deben pulir superficies planas poco encorvadas, ya que en otras superficies su rendimiento puede verse afectado. A la hora de elegir una pulidora excéntrica es importante tener en cuenta varios aspectos como pueden ser: el número de revoluciones que puede alcanzar, las órbitas por minutos, etc.… Estos factores son claves para elegir el modelo de pulidora que mejor se adapte a las necesidades del proyecto.
Recibe este nombre porque el plato gira y oscila al mismo tiempo, permitiendo cubrir una superficie mayor. Es una elección perfecta si nunca se ha usado una pulidora con anterioridad, ya que no es necesario disponer de tanta experiencia como con el modelo anterior. Con esta pulidora eres tú el que dirige la pulidora y no ella a ti.
La pulidora es una de las herramientas más utilizadas, por eso no es extraño encontrarla tanto en industrias como en el hogar.
Las pulidoras se han convertido en una herramienta básica para eliminar los desperfectos que aparecen en cualquier proyecto industrial, especialmente en el sector automovilístico. Debido a que es una de las herramientas más complicadas de usar, es recomendable empezar con los modelos más simples hasta conseguir una cierta soltura en su manejo. Otro de los usos más frecuentes de la pulidora, se encuentra saber cómo pulir acero inoxidable.
Aunque el uso de las pulidoras en el hogar no está tan estandarizado como en el terreno industrial, su importancia ha ido creciendo hasta convertirse, en algunos casos, en una herramienta imprescindible en numerosos proyectos domésticos. Si solo se va a usar la pulidora en el ámbito doméstico, lo recomendable es elegir modelos menos potentes y que sean más fáciles de usar.
Para garantizar que la pulidora funciona de forma eficiente es importante darle un mantenimiento adecuado durante toda su vida útil. Por ello, es esencial conocer todas las partes que la componen.
Es la pieza más importante, ya que permite dirigir los movimientos de la pulidora. El mango debe estar hecho de materiales aislantes, para que en caso de fallo eléctrico no exista ningún tipo de peligro. Esta es la zona donde se sitúan los interruptores de encendido y apagado.
Envuelve toda la estructura de la pulidora, por lo que va a actuar como una capa de protección extra de todos sus componentes. Es recomendable realizar comprobaciones de forma regular con el fin de evitar que se produzca cualquier tipo de problema en ella.
Está situado en la carcasa, su función es aflojar el disco para poder cambiarlo siempre que sea necesario.
Las medidas de seguridad son de vital importancia al perforar vidrio o cristal, ya que estos materiales pueden romperse o astillarse inesperadamente. A continuación, te proporcionamos una descripción más detallada de las precauciones que debes tomar si estás pensando en perforar vidrio o cristal: