Tomás A. Edison 29 50014 Zaragoza
HORARIO DE ALMACÉN
07:30-13:30 | 15:00-17:00
La función principal del aislamiento térmico es reducir la transmisión de calor entre dos componentes. El aislamiento es un elemento clave cuando hablamos de eficiencia energética, ya que nos va a ayudar a reducir el calor que se pierde o se gana en un determinado espacio. Esto se puede ver claramente en el caso de una vivienda en invierno; si la casa cuenta con un buen aislante la pérdida de calor será menor, por lo que podremos reducir el uso de la calefacción.
En el terreno industrial, el aislante térmico tiene incluso una importancia mucho mayor. El uso de un buen aislante térmico nos permitirá, además de aumentar la eficiencia energética, reducir el impacto ambiental de nuestra fábrica. Otro aspecto a tener en cuenta, es que nos va a ayudar a incrementar la seguridad de nuestra fábrica y también, aunque en menor medida, aumentar la vida útil de nuestros componentes.
Este material se crea a partir de un proceso de oxidación con elevadas temperaturas, en el cuál, primero se obtiene el carbono y luego el grafito. Es uno de los aislantes más usados en el mercado industrial de aislamiento térmico, gracias a su gran resistencia a las altas temperaturas y a su alta conductividad. Por lo tanto, las empaquetaduras de grafito son uno de los aislantes térmicos más usados en la mayoría de industrias.
La principal característica de este tipo de aislante térmico es que no reacciona con ninguna otra sustancia química, dotándole de una gran versatilidad en el terreno industrial. Es un gran aislante térmico, llegando a soportar unas temperaturas entre los -270 y 270 grados centígrados. También presenta una gran utilidad como aislante eléctrico.
Poseen una excelente resistencia, por lo que se comportan como una excelente opción para trabajar con ellos durante grandes periodos de tiempo sin tener que interrumpir el proceso.
Este tipo de aislante térmico se fabrica mediante la unión de diferentes cordones de fibra utilizando la técnica del trenzado. Principalmente se suelen utilizar para tuberías, calderas y como aislamiento térmico industrial en su versión más general. En cuanto a su resistencia térmica, es uno de los aislantes con un mayor índice, llegando incluso a soportar temperaturas de hasta 1000 grados centígrados.
En el mercado existen diferentes modelos de cordones de fibra según su fabricación, entre ellos podemos encontrar, entre una diferente tipología de clases, cordones de fibra de vidrio y cerámica.
Es uno de los aislantes más utilizados en la industria por su capacidad multifunción, siendo capaz de cubrir la mayoría de necesidades de aislamiento térmico de una gran industria. Este modelo presenta una resistencia a la temperatura entre los -175 y 1100 grados centígrados. Además, este tipo de aislante presenta una gran dureza.
Este tipo de aislante se emplea en la fabricación de juntas, ya que es ideal para evitar posibles fugas de fluido. Es un material de gran calidad, que presenta una excelente resistencia a la presión (unos 120 bares) y a la temperatura (alrededor de los 350-400 grados).
Las placas aislantes son perfectas para garantizar un excelente aislamiento térmico, tanto industrial como doméstico. Es un producto que destaca por su alta calidad y por eso se usa en importantes industrias como la química y la automovilística. Su resistencia a la temperatura va a depender mucho del material empleado en su fabricación. Pero hay modelos como los de lana de roca que pueden soportar temperaturas de hasta 950 grados.
Si hablamos de aislantes térmicos, quizás el fieltro no es el que mayor resistencia nos ofrezca, (apenas 100 grados) pero es un material perfecto para proteger las piezas de las máquinas que están sometidas a muchas vibraciones. Esto lo hace un material perfecto para incrementar la vida útil de las mismas y ofrecen un buen aislamiento acústico.