¿Qué tipo de masillas existen para la reparación de metales y plásticos?

¿Qué tipo de masillas existen para la reparación de metales y plásticos?

La masilla es uno de los productos predilectos para situaciones de reparación de materiales como metales, aluminios o plásticos. Su consistencia, rápida aplicación, y posibilidad de poder moldear, permiten que arreglar desperfectos no cueste tanto. Al final, se trata de una especie de arcilla que se solidifica para crear una junta firme y segura que se podrá restaurar y retocar una vez seca.

Este tipo de producto para reparaciones se utiliza mucho en talleres mecánicos y automovilísticos, aunque también tiene aplicaciones industriales para el sellado de juntas, y para garantizar la estanqueidad de maquinaria, tuberías o alicatado.

En este caso, la masilla para materiales metálicos es una de las más utilizadas en este sector industrial. Se trata de una de las soluciones más recomendadas para todo tipo de reparaciones, en lo que se considera una soldadura en frío.

Tipos de masillas reparadoras para uso profesional

Ahora bien, ¿cuántos tipos de masillas de reparación existen y cuál escoger? Atendiendo a las medidas y recomendaciones de los fabricantes, siempre tendrás que seguir sus indicaciones. Sobre todo si se trata de reparaciones especiales o que se van a usar para ciertos proyectos con alguna particularidad.

Es el caso de las reparaciones de maquinaria o instalaciones en contacto con altas temperaturas. Para la reparación de chimeneas o maquinaria industrial a alta temperatura deberás siempre escoger modelos de masillas preparadas para este tipo de situaciones. Masillas capaces de soportar cientos o miles de grados.

Aunque en líneas generales, este tipo de masillas universales están preparadas para que puedan ser aplicadas sobre cualquier tipo de superficie. Aunque dependiendo de esta, como hemos resaltado, se requerirá algún modelo especial más adaptable a las características del material y del entorno.

Reparaciones de metales, aluminios y plásticos

Para la reparación de metales, aluminios o plásticos, las masillas de fibra de vidrio son una de las más recurrentes y necesarias, sobre todo para entornos profesionales, talleres y negocios industriales o automovilísticos.

La gran garantía es que se trata de un producto muy práctico, accesible y que permite un acabado realmente bueno para este tipo de arreglos. Idóneos para reparaciones particulares y profesionales de carrocerías y chapas de vehículos.

Masillas de rellenos para vehículos

Uno de los usos principales de este tipo de masillas es en la industria mecánica. Tanto para talleres de vehículos, así como para talleres de chapa y pintura y similares. Quien más o quien menos se ha visto en una situación donde su coche ha necesitado de alguna reparación en su chapa. Ya sea por cualquier golpe o roce de la chapa del vehículo y que es perfectamente corregible con el uso de estas masillas especiales para coches de alta calidad.

Siempre es molesto conducir sabiendo que tu coche tiene algún roce, abolladura o golpe. Dependiendo del tamaño del desperfecto, puedes tú mismo arreglarlo y devolverlo a su estado original.

En todos estos casos, para reparar abolladuras de coches en la carrocería se recurre a este tipo de masillas y resinas para la corrección y reparación de carrocerías y piezas de metal deterioradas. Este tipo de productos, fáciles de manejar, y a disposición de todo el mundo, ofrecen una solución rápida y eficaz para corregir pequeños y grandes defectos producidos en la chapa de vehículos, coches, motos o similar.

Cómo aplicar el producto reparador

En este punto vamos a detallar cómo usar las masillas reparadoras en la carrocería del coche para corregir una zona dañada. Lo primero de todo, es conveniente leer las indicaciones especiales del fabricante. Pero, en líneas generales para aplicar una masilla reparadora es necesario seguir estos pasos.

Usa guantes y protección

Haz acopio de las medidas de seguridad y protección adecuadas. Entre ellas, el uso de guantes para evitar que restos de esta masilla adhesiva y reparadora se queden entre tus dedos.

Extender masilla

El primer paso que debes seguir es el de extender la masilla. Existen generalmente dos métodos dependiendo del tipo de masilla. Puedes optar por masillas reparadoras con aplicador, de esta forma solo tendrás que utilizar la boquilla para extender el material.

En el caso de que no sea un bote de estas características, puedes ayudarte con un cartón o espátula para extenderla. Reparte masilla de forma generosa sobre la carrocería o la superficie, ya que luego siempre podrás retirar el exceso.

Dejarla secar

Una vez aplicada, déjala secar unos 20-30 minutos habitualmente para que se solidifique y consiga la consistencia adecuada para trabajar posteriormente sobre ella.

Retirar el exceso

Mientras transcurre el tiempo, puedes aprovechar para retirar el exceso de masilla que se haya utilizado y con la que no se vaya a trabajar.

Pintar y pulir

Una vez pasado todo el tiempo y la masilla esté endurecida, podrás pintar del mismo color que la superficie toda la masilla utilizada en la carrocería. Una capa de imprimación y pintura que se adaptará sin problemas a esta masilla. Después de que se haya secado la pintura, podrás pulir la zona para que la reparación sea completa y puedas corregir la chapa y conseguir un resultado totalmente nuevo.