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Dentro del mercado de las herramientas podemos encontrar una gran infinidad de artículos precisos y que están diseñadas para acciones concretas. No solo eso, sino que cada vez más se crean productos de mayor calidad, o se mejoran los ya existentes, por lo que conviene hacer repaso de qué podemos encontrar en ferreterías y qué rendimiento se les puede sacar a determinadas herramientas. En este caso vamos a adentrarnos en las dos técnicas más profesionales de trabajar con un cincel.
Los cinceles se caracterizan porque poseen una estructura muy simple. Además están fabricados de metal, el más característico es el vanadio, por sus cualidades. Al estar diseñados con vanadio poseen una mayor dureza y resistencia para este tipo de trabajos más artesanos.
Podemos dividir las partes en las que se compone un cincel de la siguiente forma. La cabeza del cincel es la parte posterior a la herramienta. Aquella que recibe el impacto del golpe del martillo y ejerce la fuerza suficiente para que la potencia repercuta en el material. Suele tener un acabado redondeado para poder apuntar con mayor precisión en esta superficie.
La siguiente parte es el mango. Es el elemento que sirve de transición y unión de la cabeza a la parte posterior del cincel. Es el encargado de que el impacto se propague correctamente. Después de este vástago se encuentra la cuña. Esa parte que empieza a tomar forma de espátula y que caracteriza tanto a esta herramienta. Una cuña que culmina con la última parte que es la zona de corte.
Se usan en frío sobre diferentes materiales y llevan una larga trayectoria en las cajas de herramientas y paredes de talleres y centros profesionales de carpintería o empleos de montaje de chapas metálicas. Los cinceles profesionales tienen dos principales utilidades si se usan adecuadamente. El primero de todos es el de dividir un material en varias piezas, mientras que también es posible utilizar estos cinceles de calidad para extraer virutas de diferentes superficies.
Para ello, fundamentalmente existen dos formas de utilizar un cincel para desarrollar las dos utilidades principales que hemos especificado anteriormente. Si lo que se pretende es cortar una pieza se debe situar el cincel en una posición perpendicular, en unos 90º y proporcionar un golpe seco a la cabeza. De esta forma conseguirás un corte lo más limpio posible.
Por otro lado, para extraer viruta, u ornamentar una pieza, debes colocar el cincel en una posición más angular donde el cabezal se sitúe más cerca de la superficie que recibirá el contacto.
Ten en cuenta que también existen en el mercado diferentes tipos y diseños de cinceles con puntas y modelos con diferentes características dependiendo del tipo de figura o corte que se vaya a llevar a cabo.