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Los tipos de lijadoras industriales se adaptan a diferentes situaciones. Cada uno dispone de un diseño y características diferentes. Gracias a esto, pueden ofrecer unos resultados de máxima calidad. Para sacarles el mayor partido, es preciso conocerlas a fondo. ¿Qué es preciso saber? Se habla de las claves a continuación.
Cada proyecto requiere de unos modelos de lijadoras concretas. Pese a que todos los tipos de lijadoras industriales realizan la misma función, consiguen unos resultados diferentes. Por ejemplo, una tipo delta podrá alcanzar una esquina que una orbital no puede. Por tanto, es importante tener en cuenta lo que ofrece cada uno de ellos.
Son ideales para trabajar listones de madera con superficie plana. Poseen una gran potencia, por lo que disponen de un regulador para mantener el máximo control en todo momento. El papel de lija se desplaza gracias a unos rodillos traseros y delanteros, los cuales siguen una banda de rodadura.
Es el tipo más complejo y difícil de manejar, solo apto para personas con experiencia. Se destina a lijar superficies que tengan zonas curvas, como el reposabrazos de un sofá. La base de lijado es circular, generalmente de 125 mm diámetro.
Destacan a la hora de trabajar superficies pequeñas, esquinas o piezas con recovecos. Pesan poco, son muy manejables y la lija adopta una forma triangular. Brillan con luz propia cuando se trata de pulir el marco de una puerta. Además, consumen muy poco papel para cumplir con su cometido.
Este tipo es una variante de las lijadoras de banda. La diferencia radica en su tamaño, que es inferior, y en su alta manejabilidad. La superficie de lijado es rectangular, lo que permite enfrentarse a superficies amplias y planas en poco tiempo. Su base vibra efectuando pequeños giros circulares llamados órbitas.
A la hora de elegir las clases de lijadoras industriales adecuadas, es preciso prestar atención al proyecto. Las lijadoras eléctricas para bricolaje pueden encargarse de tareas muy precisas. Una elección equivocada llevará a perder el tiempo o malgastar papel de lija. Por ejemplo, para trabajar una gran superficie de manera, no tendría sentido utilizar una tipo delta. Esta no conseguiría unos resultados adecuados, por mucho que permita alcanzar cada esquina.
La potencia es otro factor que hay que tener en cuenta. Una demasiado potente limitará el control sobre el trabajo. Esto podría conducir a causar daños irreparables en una superficie de madera. Para evitar esto, se ajustará a la pieza que se tenga que trabajar y se utilizarán los reguladores de la herramienta. Así, se podrá trabajar con comodidad, precisión y la destreza adecuada en cada situación.
En definitiva, estos son los tipos de lijadoras industriales. Es preciso conocerlos antes de comprar lijadoras industriales, sobre todo si no se quiere malgastar dinero. Cabe recordar que cada uno de ellos está diseñado para un trabajo específico, en el cual destacan como ninguna otra. Al escoger el más adecuado, se trabajará de una manera más efectiva.