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Las cajas de herramientas están repletas de utensilios, martillos, brocas, tornillería, materiales… pero tampoco pueden faltar en estos rincones las herramientas de medición profesionales. Unos instrumentos de precisión milimétrica con los que conseguir que todos los proyectos adquieran esa personalidad y aspecto profesional que estabas buscando.
Existen herramientas de medición para casos muy diferentes. Desde las que están diseñadas y más pensadas para conseguir un equilibrio en obras de gran calibre, como las que han sido creadas para ayudar tanto a grandes proyectos como a humildes artesanos o amantes de las reparaciones y actividades de bricolaje. En este sentido, las herramientas de medición profesionales están dotadas de las cualidades perfectas para que puedan ser usadas por todo tipo de individuos y trabajadores.
Por ello, te enumeramos algunas de las herramientas para medir más características y que seguro conoces y cuáles son sus principales ventajas y formas de uso hoy en día.
Sin duda, una de las más conocidas en la actualidad. Las cintas métricas han servido para un sinfín de tareas. Desde medir la altura de objetos, o de cualquier persona, calcular el tamaño del mobiliario y electrodomésticos para realizar una remodelación o para medir todo tipo de estructuras. Son fáciles de usar y muy precisos. Los hay de plástico, metal, fibra de vidrio… con anclaje para aguantar y fijar la cinta… Son muchas las posibilidades que se abren con este instrumento de medición tan arraigado en nuestra vida.
Los calibres ya tienen un uso más específico. Tienen la finalidad de obtener la medida exacta de un objeto. Están diseñados para poder medir la profundidad de un objeto, así como sus diámetros exteriores e interiores.
Es muy característico ver niveles de medición cuando se está rediseñando una estructura o construyendo una casa o bloque de viviendas. Esto se debe a que este tipo de herramienta de medición está creada para evitar desniveles en las instalaciones. De este modo se consigue que una casa esté bien nivelada y no haya inclinaciones, así como en el momento de colocar ventanas, puertas o los propios cimientos.