Cómo aflojar tuercas y tornillos oxidados

Cómo aflojar tuercas y tornillos oxidados

Existen una serie de pasos para aflojar tuercas oxidadas que hay que seguir. Retirar estos elementos es crucial cuando se encuentran en mal estado. Podrían quedar fusionadas en el lugar que ocupan debido al óxido, algo que se debe evitar. ¿Qué es lo que hay tener en cuenta? Se habla de las claves a continuación.

Pasos para aflojar tuercas oxidadas

Cómo quitar tornillos oxidados y tuercas puede parecer una tarea compleja. Sin embargo, existen formas de agilizar el proceso y que sea satisfactorio. Al cumplirlo de manera adecuada, no habrá que lamentar posibles problemas. Para conseguir el éxito, es preciso seguir estos pasos para aflojar tuercas oxidadas:

  1. Se debe aplicar aceite sobre la tuerca y el perno. Una vez añadido, se dejará transcurrir entre 15 minutos y dos horas. El tiempo dependerá del estado de la corrosión y la expansión de esta.
  2. Cuando el aceite haya surtido efecto, se golpeará con suavidad en la cabeza de la tuerca. Es recomendable utilizar un martillo. El objetivo es retirar parte del óxido que está presente.
  3. Tras esto, la tuerca se habrá movido unos pocos milímetros. No obstante, es probable que aún no se pueda retirar. En este caso, se debe añadir una vez más aceite, en especial donde se golpeó con el martillo.
  4. Con una llave de boca fija, se intentará retirar la tuerca, la cual debería haberse aflojado. Si ofrece resistencia, se puede golpear con martillos de goma o el mango de una herramienta. Siempre se impactará con cuidado para evitar daños.
  5. Por último, se girará el perno en dirección de ajuste, aunque solo un poco. Luego se hará lo mismo en dirección de aflojar aplicando una mayor energía. Se recomienda emplear unos alicates de acero inoxidable o llaves de titanio industriales. Así, la tuerca terminará por soltarse sin dañar el lugar que estaba ocupando.

Otras formas de aflojar tuercas y tornillos oxidados

Existen varias formas de aflojar tuercas y tornillos oxidados. Una de ellas consiste en aplicar calor en la unión de la tuerca con el tornillo o perno. Cuando estos últimos adquieran un tono rojo, se tiene que parar. De lo contrario, ambas piezas se fundirán. Luego se añadirá agua abundante para que el metal se contraiga. Esto contribuye a eliminar el óxido y que la tuerca se pueda retirar de manera sencilla.

Junto a este, existe una alternativa mecánica, la cual se puede aplicar si la tuerca no se va a reutilizar. Se coloca un cortafríos en una de las caras planas en sentido transversal. Luego se dispone un cincel en el centro de la tuerca, su zona más débil. Con unos pocos golpes se partirá liberando el tornillo por completo. También es posible mellarla para aflojarla sin necesidad de romperla del todo.

En definitiva, estos son los pasos para aflojar tuercas oxidadas. No hay un solo método, por lo que es recomendable escoger el que resulte más preciso para cada caso. Así, se podrá retirar este elemento con rapidez y agilidad, al tiempo que es causan los menores daños posibles.