Los 7 tipos de fresado más comunes de una fresadora

Los 7 tipos de fresado más comunes de una fresadora

La fresadora es una de las máquinas más utilizadas en la industria moderna, empleándose para darle una forma determinada a una pieza o material. Esta acción es conocida como fresado, y para poder ejecutarla correctamente es necesario contar con una fresadora y un componente de corte denominado fresa.

Qué son las fresas industriales

Las fresas son un componente imprescindible de las fresadoras, siendo las encargadas de arrancar la viruta y ejercer abrasión sobre la pieza para poder modificar su diseño. Estas piezas destacan por su versatilidad, puesto que se pueden utilizar sobre una gran variedad de materiales como el acero, cobre, latón, el bronce, el metal, la madera y el plástico. Además, permiten conseguir acabados de gran calidad de forma rápida.

Qué es el fresado

El fresado consiste en hacer rotar las fresas a una gran velocidad para modificar la forma de la pieza, gracias a los dientes que incorporan. El tipo de fresado queda determinado por la fresa de corte que se emplee, ya que están fabricadas en diferentes formatos y tamaños para adaptarse a cualquier proyecto.

Qué tipos de fresado existen

Como hemos comentado, la fresadora es un elemento esencial en la industria moderna, por lo que existen una gran variedad de tipos de fresado. La elección de uno u otro depende de la pieza con la que se vaya a trabajar y el resultado final que se quiera conseguir. Los tipos de fresado más comunes son:

Corte

Es el tipo de fresado más básico y suele ser el primero que se realiza para pulir el material y adaptarlo al trabajo que se va a realizar. En el fresado de corte, la pieza es sometida a multitud de cortes para conseguir una determinada forma o longitud.

Para lograr los resultados más óptimos es recomendable emplear fresas de corte, ya que están fabricadas para realizar este tipo de tarea, y conseguir el diseño y resultados más precisos en cualquier sector profesional.

Aplanamiento

Este tipo de fresado tiene como objetivo conseguir piezas con superficies planas, siendo muy utilizado en carpintería. Las fresas más empleadas son las de aplanar, las cuales están fabricadas con metales duros para obtener los mejores resultados posibles. Durante las primeras fases del aplanado es preferible optar por modelos redondeados o con ángulos de 45°.

Una variante de este método es el fresado en escuadra, cuyo objetivo es dejar escalones perpendiculares en la pieza.

Cubicaje

El fresado de cubicaje es muy común en las fresadoras horizontales y verticales, empleándose para darle a las piezas un acabado cúbico. El cubicaje sirve como una fase intermedia dentro del proceso de fresado. Los materiales donde más se aplica este método son el mármol, el granito y el metal.

Ranurado recto y con forma

Se emplea cuando es necesario que la pieza se inserte o encaje con otras. En este tipo de fresado se realizan diferentes ranuras en el material para adaptarlas a la forma de los otros componentes.

Para conseguir el ranurado recto se utilizan fresas cilíndricas. En cambio, las fresas empleadas para el ranurado con forma dependen del acabado que se quiera lograr.

De chaveteros

Para llevar a cabo este tipo de fresado se emplean una fresas cilíndricas con mango, también denominadas bailarinas. Los cortes que realizan pueden ser tanto en dirección horizontal como perpendicular.

Frontal

En este tipo de fresado, como su propio nombre indica, el corte se realiza de forma frontal mediante fresas helicoidales cilíndricas. Además, suelen estar fabricadas con materiales duros, ya que deben ser capaces de soportar velocidades muy altas.

De torno fresado

Se emplea en trabajos en los que el objetivo es crear agujeros de precisión o darle una forma cilíndrica al contorno de la pieza. Para conseguir el acabado cilíndrico, se debe combinar la rotación de la pieza con la de la fresa.