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La humedad es el enemigo invisible de la mayoría de industrias, ya que su acumulación en grandes cantidades aumenta el riesgo de oxidación y corrosión de sus componentes. Además, favorece la aparición del moho y de las bacterias, lo que puede afectar a la salud de los trabajadores si estos no cuentan con el equipo de protección adecuado.
Antiguamente este problema se resolvía mediante el uso de equipos de calor o de ventilación. El problema de estas dos alternativas es que no conseguían acabar totalmente con la humedad y suponían un alto gasto energético. Los deshumidificadores industriales se desarrollaron como una solución mucho más eficiente para reducir la humedad.
Aunque los deshumidificadores se desarrollaron específicamente para un uso industrial, sus grandes beneficios propiciaron la creación de deshumidificadores menos potentes para un uso doméstico. En la actualidad existen 4 tipos de deshumidificadores principales.
Son los más potentes y completos, ya que están preparados para funcionar de forma continuada. Su uso se ha extendido por numerosas industrias, llegando a ser un elemento de ventilación imprescindible en la mayoría de ellas.
Estos modelos son los más ligeros, ya que no cuentan con compresores. Reciben este nombre porque el aire pasa a través de un material desecante que absorbe toda la humedad. Dentro de los deshumidificadores descantes existen dos modelos, el clásico y el eléctrico. El primero se emplea en estancias más pequeñas como baños, mientras que el segundo está más orientado a un uso dentro de salas y espacios de mayor tamaño.
Se usan en oficinas o casas con niños donde el ruido puede ser un inconveniente. Incorporan menos elementos mecánicos que los anteriores para evitar generar sonidos muy fuertes. En caso de comprar deshumidificadores silenciosos, nuestra recomendación es elegir modelos que no superen los 38 decibelios de ruido.
La ventaja de este modelo es que también sirve como calefactor. Los deshumidificadores con calefacción ayudan a reducir el gasto en calefacción en lugares con humedad relativa alta, ya que al eliminarla del ambiente el calor se transmite mejor. Son una elección perfecta para espacios reducidos.
El deshumidificador industrial es una máquina que se encarga de filtrar el aire de un espacio para eliminar la humedad ambiente. Para poder realizar esta función, el deshumidificador industrial cuenta con una bomba de calor que genera una zona fría y caliente. La zona fría se emplea para condensar la humedad y poder eliminarla del aire. La caliente, por otro lado, sirve para devolver el aire al exterior con una temperatura adecuada.
El proceso que realiza el deshumidificador es muy fácil de entender una vez que se conocen todos sus componentes. Primero absorbe una corriente de aire y la pasa por el evaporador (zona fría), donde se condensa la humedad y cae en el depósito. Después el aire llega al condensador (zona caliente), en el cual recupera la temperatura ambiente y es expulsado al exterior.
Aunque, como hemos comentado anteriormente, los deshumidificadores industriales se emplean en la mayoría de sectores, su uso está más extendido en unos que en otros. La principal industria donde se emplea es la alimenticia, ya que evita el crecimiento de bacterias y la pérdida de proteínas en algunos alimentos.
En la industria armamentística y pirotécnica también son un elemento esencial. Esto se debe a que, para que la pólvora funcione correctamente, tiene que ser fabricada en ambientes con poca o nula humedad. Además, son muy comunes en industrias con maquinaria sensible a la oxidación.
El papel de los deshumidificadores suele ser minusvalorado por la mayoría de la gente, pero son un elemento esencial en cualquier industria. Ofreciendo no solo beneficios materiales, sino también para la salud. En lo referente a las ventajas materiales, reducen los daños que la humedad puede ocasionar en los componentes neumáticos y electrónicos y, además, evitan la aparición del moho.
En cuanto a las ventajas para la salud, los deshumidificadores industriales son una excelente herramienta para proteger a los trabajadores de posibles problemas respiratorios y reducir los inconvenientes relacionados con las alergias.