Tomás A. Edison 29 50014 Zaragoza
HORARIO DE ALMACÉN
07:30-13:30 | 15:00-17:00
El paso del tiempo acaba afectado a todos los materiales, haciendo que sus superficies se deformen o aparezcan otros defectos en las mismas. Si se encuentran en un ambiente exterior, el deterioro que sufren puede llegar a ser mucho mayor del esperado en un primer momento.
El cristal y el metal son dos materiales que se ven muy afectados por el paso del tiempo, pero mediante técnicas como el pulido se puede recuperar su aspecto original. En este post, te contamos todo lo que necesitas saber para trabajar sobre la superficie de estos materiales.
Antes de pulir un metal o un cristal tienes que tener en cuenta que el proceso no es el mismo para todos. Por eso es importante conocer el método de algunos de ellos para no cometer errores que puedan romper las piezas.
El cristal es un material que se utiliza en muchas casas y oficinas porque aporta un toque más elegante y transmite una mayor sensación de amplitud en cualquier habitación. Su mayor problema es que se trata de un material muy frágil que está muy expuesto a rayaduras y puede perder su brillo con el paso del tiempo.
El pulido del cristal te puede ayudar a eliminar los defectos que pueda haber sobre su superficie y a conseguir que recupere su brillo y transparencia originales. Aunque el proceso del pulido de cristal no es complejo, es importante conocerlo bien para no cometer errores y conseguir un resultado perfecto.
Antes de empezar a trabajar sobre el cristal, asegúrate de que está completamente limpio. De esta forma podrás detectar con mayor facilidad aquellas zonas que presentan más problemas.
Durante el proceso de lijado es aconsejable realizar varias pasadas sobre el material para eliminar sus defectos. La primera vez que se lije el cristal se debe empelar un disco abrasivo de grano 150 con mineral de carburo de silicio y utilizar toda su superficie, nunca el canto del disco. Además, asegúrate de que el cristal no alcanza una temperatura mayor de 65°C, ya que podría romperse.
Este paso es importante repetirlo un par de veces y utilizar otros granos de mayor dimensión en cada repetición para eliminar las deformaciones.
Una vez que se han eliminado los defectos de la superficie, hay que conseguir que la zona sobre la que se ha trabajado se integre con el resto. Como en el caso del lijado, se emplean discos de grano que se van ampliando según se trabaja sobre el cristal, empezando por discos de 400 hasta llegar a los 1000.
Después de haber matizado el cristal, se puede empezar con la fase de pulido. En esta fase es recomendable emplear discos de fieltro y no trabajar con unas revoluciones mayores de 1400 rpm, puesto que podría calentar en exceso la superficie. Como en las fases anteriores, tendrás que repetir este proceso un par de veces.
El pulido del metal se realiza para eliminar defectos o incluso la capa de óxido que pueda tener. Las fases que se deben seguir para el pulido del metal son:
El gratado solo hay que realizarlo si la pieza presenta muchos restos de óxido o una gran cantidad de impurezas. Para llevarlo a cabo se emplean discos de esparto o de púas de acero si las zonas son de difícil acceso.
En la fase de desbastado se busca eliminar pequeñas deformaciones para conseguir una superficie lisa sin ningún tipo de impureza. El desbastado se realiza con bandas de lija adaptadas al tipo de metal y las deformaciones que pueda tener.
Una vez se ha debastado el metal, hay que eliminar las marcas que se hayan podido generar mediante el proceso de esmerilado. Hay metales que no soportan el desbastado y deban pasar directamente a esta fase.
El proceso de pulido de metal se realiza con dos discos dependiendo de su composición. Si se trata de acero inoxidable o hierro, se emplean discos de esparto, mientras que en metales como el latón se utilizan los discos de franela.
Como has podido observar el proceso de pulido del cristal y el metal no es demasiado complejo, pero si que es importante conocerlo. Además, pulir este tipo de materiales no tiene nada que ver con cómo pulir el acero inodixable. Así mismo, recuerda que siempre debes llevar un equipo de protección adecuado y elegir una pulidora adaptada a tus necesidades concretas.