Cómo gestionar un almacén de productos

Cómo gestionar un almacén de productos

La gestión de almacenes requiere del seguimiento de una serie de pasos y ritmos para conseguir una cadena ordenada y exitosa. No obstante, se podría definir esta actividad como la suma de la gestión de mercancía, el control de todos los suministros y la distribución de estos pedidos. Pero para que todo esto suceda y sea posible, incidimos en la importancia de tener todo bajo control y vigilancia. Es por eso que vamos a recapitular y enumerar qué pasos son los más importantes para la gestión de un almacén de productos.

Un almacén de productos es el epicentro de cualquier negocio de envergadura. En él se encuentra recogida toda la mercancía de proveedores para su futura distribución en el momento en el que llegue el aviso. De ahí que sea tan importante el control eficiente de las salidas y entradas de productos, así como el estado y mantenimiento de los mismos. La eficiencia, agilidad, orden y la comunicación son cuatro de las características que más se pueden ver en este tipo de actividad.

También será necesaria la utilización de máquinas, elevadores y herramientas que permitan coger, transportar y sujetar la mercancía a la venta. Vamos a enumerar los principales pasos que se dan en este tipo de negocio.

Recepción de artículos

Este es el momento en el que entran productos al almacén, eso está claro. Pero la entrada de estos artículos puede venir normalmente de dos vías. La principal, la que llega de los proveedores, aunque también puede acabar artículos de vuelta por alguna devolución de un cliente. Todo esto debe estar estrictamente controlado y organizado. De tal manera que existan secciones o sectores donde se agrupen los productos según sus características. Para ello se puede hacer uso de máquinas para elevar peso con las que poder colocar todo en su sitio y economizar el tiempo.

Control del inventario

Tal y como hemos señalado, el control del inventario, ya sea con programas informáticos o con procesos más tradicionales es algo vital para la organización del almacén. De ahí que se suelan reagrupar los productos según una clasificación en base a la dimensión del artículo, su forma o tipología. Un buen sistema de codificación será de gran ayuda para mejorar el servicio al cliente. Todo esto sirve para poder tener actualizado siempre el stock y garantizar su distribución.

Para gestionar el stock del almacén conviene también conocer la frecuencia de venta de los productos. De ahí que si existen artículos estrellas que se venden con más facilidad sean reconocibles rápidamente para la preparación del pedido. También existen diferentes tamaños de almacenes, los más grandes incluso pueden estar divididos por sectores señalizados.

Preparación de los pedidos

Esta fase también resulta crucial. El control de los apartados anteriores, propiciará que sea mucho más cómodo y rápido preparar cualquier pedido. Tan solo hace falta ver y estudiar la distribución y el destinatario, el producto en sí, y preparar el paquete. Un estudio exhaustivo de la logística mejorará estos procesos para convertir esta distribución en una actividad segura y fiable.